«Sabes que lo que tienes que hacer es posible, aunque sea difícil, y el sentido del tiempo desaparece. Te olvidas de ti mismo. Te sientes parte de algo más grande» – Mihály Csíkszentmihályi

Cuando nos concentramos plenamente en nuestras metas y actividades más valiosas perdemos la noción del tiempo y alcanzamos un estado mental llamado estado de flujo.

En mi experiencia, esta una de las claves de la felicidad, no solo porque entrar en flow reduce el estrés diario, sino porque aumenta tu nivel de productividad. No se trata de usar trucos o la última herramienta para tachar tareas, sino de desarrollar una serie de habilidades a base de prueba y error.

¿Te gustaría sentir más a menudo este estado de concentración? Hoy veremos qué es el flujo, por qué es importante y cómo conseguirlo regularmente.

Tu cerebro cuando entras en flow

El término flow lo acuña el psicólogo Mihály Csíkszentmihályi para describir un estado mental de armonía entre la información procesada por el cerebro y los objetivos que perseguimos. Para ello, Csíkszentmihályi se basó en otros autores para estudiar los hábitos, rituales, actitudes y mentalidad de personas felices que decían tener altos niveles de creatividad y satisfacción en sus vidas. ¿Por qué algunas personas eran más felices que otras? ¿Era una cuestión de recursos o había algo más?

Llegó a la conclusión de que la felicidad no es consecuencia del dinero, sino de expresar la creatividad para llevar nuestro talento a un nivel superior.

Y esta mentalidad tiene consecuencias directas en la experiencia cerebral. Si miramos el cerebro, este estado de flujo implica una disminución de la actividad en el córtex prefrontal dorsolateral (región responsable de dar sentido a nuestro «yo»), junto con mayor actividad en ganglios basales (una región clave para la motivación).

De este modo, la parte analítica del cerebro queda suspendida mientras que las partes motivacionales y creativas cobran mayor protagonismo (estudio, estudio, estudio). El cerebro deja de lado las distracciones del pasado o el futuro y pone foco en el presente.

El cerebro en estados de flujo
Los colores más cálidos muestran las partes del cerebro más activas durante la improvisación en raperos. Las regiones azules son las más activas cuando los raperos interpretan una pieza de memoria (detalle).

Gracias a este fenómeno, la inhibición del lóbulo prefrontal (nuestro director de orquesta) permite que más áreas del cerebro se comuniquen libremente y participen en un proceso creativo (estudio).

Al mismo tiempo, en varias regiones del cerebro, las ondas pasan de un estado agitado (beta) a un estado más profundo parecido al mindfulness (alpha y theta). Y también hay varias hormonas como la noradrenalina, el cortisol y el GABA que inundan el cerebro con el objetivo de mantener el foco, pero sin llegar a sentir ansiedad.

Por ello, el estado de flujo es un momento de máxima emoción y concentración.

Sin embargo, para experimentar un estado de flujo necesitamos preparar nuestro entorno de trabajo primero.

¿Es posible entrar en flow en el trabajo?

Para empezar, tenemos más facilidad de entrar en flow cuando trabajamos o compartimos experiencias con otras personas (estudio). Además, la capacidad de entrar en estados de flow es más común en personas con rasgos de personalidad caracterizados por una alta responsabilidad y bajo neuroticismo: es decir, aquellos que no ceden ante la ansiedad, buscan retos y tienen la capacidad de autoregularse (estudio).

Piensa que tus rasgos no son rígidos, pero tampoco del todo flexibles. Por lo tanto, conocer tu personalidad y cómo encajarla en un tipo de trabajo u otro es un requisito imprescindible para saber entrar en flujo.

Por otro lado, sabemos que las personas felices pasan mas tiempo en flow (estudio), en parte porque dedican su tiempo a perseguir un objetivo con sentido para ellos que les hace alcanzar mayores niveles de concentración, creatividad y emociones positivas (estudio, estudio, estudio). También es cierto que las personas que son talentosas en un área suelen ser elogiadas por hacer un buen trabajo, lo que les llena de energía para seguir progresando: un círculo virtuoso.

Hay una relación directa entre la felicidad y los estados de flujo.

Sin embargo, según datos recogidos por Csíkszentmihályi, la mayoría de las personas se aburren o se estresan en el trabajo constantemente: «el 15 % nunca entra en un estado de flujo y solo el 20 % entra en flujo al menos una vez al día».

Si lo piensas, cada vez más trabajos son exigentes desde el punto de vista cognitivo, ya que requieren una atención sostenida y creatividad constante por encima de las distracciones que nos asaltan constantemente. ¿Cuál es el problema? Si nos dejamos llevar por periodos de atención más cortos y entornos de distracción, solo podremos esperar mayor procrastinación y menor tiempo en flujo realizando tareas con un propósito.

El agotamiento de muchas personas no se debe a un exceso de trabajo, sino a falta de trabajo significativo. El flujo es el resultado de hacer continuamente cosas que nos hacen sentir significativos y superar los límites de nuestras habilidades. Solo eliminando las distracciones y aprovechando los estados de flow somos realmente productivos (estudio, estudio) tanto en el trabajo como en otro tipo de actividades.

Tipos de actividades para entrar en flow

Steven Kotler, en su libro Stealing Fire, expuso los diferentes desencadenantes que pueden ayudar a inducir el estado de flow. Son básicamente requisitos que llevan la atención al momento presente. Hay varios tipos:

  • Sociales: cuando las personas de un grupo entran juntas en un estado de flujo, por ejemplo, en un deporte de equipo. Necesitan una concentración intensa, objetivos de grupo claros, buena comunicación y participación en el grupo.
  • Creativos: cuando pensamos de forma diferente sobre los retos a los que nos enfrentamos. El estado de flujo aumenta la creatividad en un bucle de retroalimentación positiva: descubrir nuevas formas de resolver una tarea nos lleva a asumir riesgos, y viceversa.
  • Ambientales: cuando una actividad tiene algún tipo de riesgo físico, mental, social o emocional.
  • Psicológicos: cuando hay una serie de factores (un objetivo claro, feedback constante y cierta dificultad) que permiten una mayor concentración en el momento presente.

¿Recuerdas la última vez que jugaste un videojuego, cocinaste una receta, realizaste algún deporte, diste un paseo por la naturaleza, hiciste yoga, escalada…? Todos estos desencadenantes del flujo tratan esencialmente de una cosa: mejorar tu concentración.

Mientras el elemento decisivo del flujo es la atención, la multitarea es su enemigo. Debes evitar a toda costa entrar en multitarea si quieres experimentar el flujo.

Ahora, vamos a sintetizar las características del estado de flujo en pocos pasos a seguir para mantenerte en relajación y concentración al mismo tiempo.

Los 5 pasos para entrar en flow

Guía para entrar en estado de flow

Antes de nada, debes saber que controlar el flujo no es una habilidad cognitiva: no puedes memorizar ni aplicar de forma rutinaria un estado de flujo, sino que debes aprender por ensayo y error. Requiere que pongas tu emoción y voluntad en la misma dirección muchas veces. (estudio) Sigue los siguientes pasos.

Primero, define objetivos claros

La claridad da poder y ayuda a centrarte en lo que hay que hacer. Tener objetivos claros también hace que sea mucho más fácil bloquear las distracciones, porque tenemos mayor sensación de control y la oportunidad de enfocar nuestra atención en una sola tarea (estudio, estudio).

Te recomiendo que desarrolles una visión creativa de tu vida a largo plazo, de esa manera podrás definir metas a medio plazo y cumplir objetivos a corto plazo (estudio).

Segundo, encuentra feedback constantemente

En realidad, este paso se trata de una extensión del primero. Tener objetivos clarifica lo que estás haciendo y el feedback es solo un mecanismo para sentir cómo vas mejorando. Es la manera de aplicar el poder de la metacognición a tu concentración: en lugar de usar tu cerebro en modo usuario, has iniciado sesión en modo administrador.

Hay actividades donde recibimos feedback, como jugando un videojuego, trabajando en equipo o en un deporte, pero no todos somos atletas o nos ganamos la vida de la misma forma. Para ello, te recomiendo hacer revisiones diarias y semanales de tu progreso en un diario, de forma que anotes cómo y por qué te estás distrayendo de tus objetivos o mejorando tus habilidades.

Tercero, busca el canal del flujo

Si la dificultad de una tarea es demasiado alta o demasiado baja para tu nivel de habilidad, perderás tu interés y capacidad de prestar atención, culpa del estrés.

Canal del flujo de Csikszentmihalyi

Mihaly Csikszentmihalyi denominó «canal del flujo» al punto medio emocional de ambos extremos (estudio). Cuando nuestras habilidades coinciden con los retos a los que nos enfrentamos, rendimos al máximo; cuando nuestras habilidades superan los retos, nos aburrimos, y cuando el reto es demasiado elevado, nos estresamos y nuestro cuerpo libera grandes cantidades de cortisol (estudio).

Debes calibrar las dificultades que enfrentas pero sin dejar de desarrollar nunca tus habilidades, porque son tu pasaporte hacía el canal de flujo.

Cuarto, elimina todas las distracciones

Pon el foco en el momento presente, bloquea las notificaciones, pestañas del navegador y el teléfono. En este artículo hablaba de herramientas para eliminar distracciones y organizar el tiempo. Solo cuando puedas concentrarte con atención plena durante al menos 10-15 minutos podrás entrar en el estado de flujo (estudio, estudio).

Yo te recomiendo aprender a meditar y hacer mindfulness, porque te permite controlar dónde llevas tu atención, aunque es algo que puedes aprender en actividades paralelas como el yoga.

Quinto, amplifica tus emociones con el cuerpo

A la capacidad de sentir con el cuerpo se le da poca importancia. Aprovecha las técnicas del mindfulness para aprender a llevar tu foco hacia el cuerpo. Con ello, podrás sentir el placer de tus habilidades mientras simultáneamente recibes feedback. Debes sentir el flujo con el cuerpo (estudio), porque cuerpo y mente están unidos.

En este proceso también puedes utilizar sustancias como el café, el té u otros nootrópicos para tener un buen nivel de concentración mientras el cuerpo está relajado. Pero, sea cual sea la actividad que realices, debe resonar contigo esta afirmación:

Fluir consiste en disfrutar tanto de lo que estás haciendo que silencias tu ego, eliminas tu sentido del tiempo y tienes toda tu atención en una sola acción.

Aprende a vivir una vida creativa que te importe. En vez de luchar contra la ansiedad y la frustración de no alcanzar tus objetivos o estar a la altura, céntrate en desarrollar tu capacidad de entrar en flujo. Tener una vida creativa interior nos conduce a retos que merecen la pena y aumentan nuestra motivación general (estudio, estudio, estudio). Intenta seguir estos pasos la próxima vez que quieras trabajar en una tarea.

Categories: Rendimiento Mental

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