Todo el mundo quiere ser productivo. Empezamos con el objetivo de hacer multitud de tareas para alcanzar nuestros objetivos, y a medida que pasa el tiempo, nuestra productividad y capacidad de concentración disminuyen.

Todos hemos pasado por eso alguna vez (en la escuela, en el trabajo o con la familia). ¿Cuántas veces nos hemos escuchado a nosotros mismos y a los demás decir que «no tenemos tiempo»?

Tenemos el mismo número de horas en el día que el resto. Sin embargo, ¿por qué algunas personas consiguen ser altamente productivas?

El mundo moderno no ha entendido que la motivación y la determinación que dirigen la productividad no responden a una lista de TO-DOs.

El cerebro necesita que dirijas la productividad en un sentido positivo.

En este artículo aprenderás, desde el punto de vista neurobiológico y neuropsicológico, cómo ser productivo aprovechando la inercia a nivel fisiológico o, dicho de otra forma, cómo aprovechar el «momentum».


Para empezar, debes escribir o verbalizar tu «por qué»

Ver la productividad como una forma de eliminar tareas de una TO-DO list es muy poco motivador. Necesitas tener un objetivo claro, un propósito.

Pregúntate cual es ese por qué y escríbelo. Las personas que escriben sus metas son entre 1.2 y 1.4 veces más propensas a lograrlas con éxito (estudio, estudio).

Después, escucha a tu cuerpo para saber en qué momento del día te sientes con mayor energía a nivel cognitivo.

El cuerpo humano funciona según unos ciclos llamados «ritmos circadianos». De acuerdo con la cronobiología, existen hasta 6 cronotipos distintos que modulan tus niveles de sueño/vigilia. Te recomiendo leer este artículo para entender a qué hora del día debes hacer las tareas que requieren mayor esfuerzo mental.

Cuando reconozcas ese momento, reserva ese espacio de tiempo sin distracciones para trabajar en lo que más te vaya a aportar. Utiliza la ley de Pareto. En ese espacio de tiempo haz el 20 % de las cosas que te otorgan el 80 % de los resultados que quieres o necesitas.

Es decir, una vez conoces por qué quieres hacer tus tareas y a qué hora del día tienes más energía, debes conseguir hacer ese 20 % de tareas que creará un efecto mariposa en cómo gestionas tu productividad.


Después, crea tu efecto cascada

Imagínate cómo se acumula la nieve en una montaña. Esta empieza a guardar energía potencial capaz de convertirse en una de las mayores fuerzas de la naturaleza: una avalancha.

En un momento dado, una pequeña partícula de nieve hace que otras pequeñas partículas de nieve se muevan, lo que hace que otras más también se muevan, creando este efecto de cascada. Al final, se obtiene una fuerza que puede destruir cualquier cosa que se encuentre a lo largo de la ladera de una montaña.

Para entender cómo podemos aplicar esto a nosotros mismos necesitamos entender que el cuerpo humano tiene muchos ciclos diferentes que están interactuando entre sí en diferentes escalas de tiempo.

  • Hay ciclos que ocurren en el orden de milisegundos, como los de las ondas gamma dentro de nuestro cerebro.
  • Hay ciclos que suceden dentro del orden de minutos u horas, como los niveles de melatonina o los niveles de cortisol a lo largo del día.
  • Y hay ciclos que suceden en el transcurso de los años, como la pubertad.
Evolución de los niveles de cortisol y melatonina acorde a los ciclos de vigilia y sueño.
Evolución de los niveles de cortisol y melatonina acorde a los ciclos de vigilia y sueño.

Cada uno de estos ciclos está interactuando entre sí en diferentes escalas de tiempo, y para conseguir ser productivo hay que ir tomando las decisiones correctas para entrar en un bucle positivo.


Toma las decisiones correctas

Debido al carácter dinámico de estos procesos, una pequeña perturbación en uno de ellos puede afectar al resto. Por ello, deberíamos tener siempre en mente la siguiente idea: tratar siempre de tomar las decisiones correctas. ¿Por qué?

Las consecuencias de las decisiones que tomemos pueden provocar el efecto en cascada que estamos buscando para lograr ser productivos.

Por ejemplo, imagina que tu alarma suena por la mañana. Tienes dos opciones: puedes levantarte, ducharte e ir a trabajar, por ejemplo. O puedes apretar ese botón de posponer para dormir unos cinco minutos más y ver qué pasa.

En el primer caso, si te levantas y te duchas, ya empiezas esa cascada positiva de emociones. Eres consciente de que has vencido la pereza y que vas a tener tiempo para, por ejemplo, desayunar, tomar el sol y meditar antes de hacer tus actividades diarias.

Tras tomar esta decisión, tu cerebro comienza a liberar dopamina buscando nuevos incentivos. Sabemos que la psicología de las emociones positivas libera dopamina (estudio) y que niveles elevados de dopamina reclutan circuitos que optimizan otros neurotransmisores (estudio).

En 2 minutos, cómo se riega tu cerebro de dopamina ante pequeñas decisiones.

Reclutando patrones positivos

Es entonces cuando empiezas a activar ciertos patrones dentro de tu cerebro. Por ejemplo, patrones como las ondas gamma reclutan diferentes áreas de tu cerebro.

Comienzas a sentirte más despierto simplemente porque más áreas de tu cerebro se están activando.

Al hacerlo, los niveles de serotonina, norepinefrina y otras sustancias químicas comienzan a inundar tu cerebro y tu estado de ánimo mejora. Con esto, un alto estado de ánimo cambia la fisiología de tu cuerpo (estudio).

Al hacerlo, los niveles de serotonina, norepinefrina y otras sustancias químicas comienzan a inundar tu cerebro y tu estado de ánimo mejora. Con esto, un alto estado de ánimo cambia la fisiología de tu cuerpo.

Al mismo tiempo, ya no necesitas otros estresores, así que tu cerebro básicamente le dice a las glándulas suprarrenales, en la parte superior de tus riñones, que hoy no necesitas cortisol —o, al menos, no tanto como si estuvieras estresado—.


Bajan los niveles de cortisol

Niveles más bajos de cortisol en sangre tienen un gran impacto en las propiedades cromosómicas, concretamente en la longitud de los telómeros (el extremo de los cromosomas).

Niveles más bajos de cortisol en sangre tienen un gran impacto en las propiedades cromosómicas, concretamente en la longitud de los telómeros (el extremo de los cromosomas).

Esos niveles bajos de cortisol también mejoran literalmente el ciclo de vida de esos cromosomas en cada una de sus células, aumentando la longevidad (estudio).

Pero no solo eso.


Aumenta la expresión de BDNF

En el cerebro, unas niveles bajos de cortisol también tiene impacto: permite que se exprese en mayor cantidad una proteína llamada BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro), involucrada en el movimiento y que tiene sirve como «abono neuronal».

Mayores niveles de BDNF mejoran las conexiones sinápticas dentro de tu hipocampo y en otras áreas del cerebro, permitiendo que estas se desarrollen y funcionen adecuadamente.

El BDNF es una proteína que induce la neurogénesis (generación de nuevas neuronas), esencial para la memoria y el aprendizaje a largo plazo y para la supervivencia de neuronas ya existentes (estudio, estudio, estudio).

En resumen, si decidiste no apretar el botón de posponer, las cantidades de BDNF aumentarán la actividad de tu hipocampo y tal vez sientas que recuerdas mejor las cosas, tienes mejores ideas, etc. Tu cerebro estará sincronizado.

Queremos tomar las decisiones correctas para maximizar la probabilidad de que suceda algo así.

Por el contrario, si presionas ese botón de posponer, entrarás en ciertos niveles de sueño que te harán sentir aturdido varios minutos después, elevando los niveles de cortisol e interrumpiendo los niveles naturales de neurotransmisores que, en última instancia, son necesarios para crear un entorno metabólico perfecto para ser productivo.

Conclusiones

  • Toma las decisiones correctas y obtendrás tu propio efecto mariposa a lo largo del día, construyendo una fuerza parecida a cómo se produce una avalancha en la naturaleza.

Yo empiezo cada día con una ducha fría, un rato de exposición a la luz solar mientras paseo y algo de meditación.

Y si te cuesta concentrarte, te recomiendo este artículo para aprender cómo funciona la concentración y algunas técnicas efectivas.


2 Comments

Delaluna · 6 febrero, 2021 at 1:07 am

Está muy interesante!

    Pablo Castañeda · 7 febrero, 2021 at 10:33 am

    ¡Muchas gracias!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *